Pagar la hipoteca se ha convertido en un dolor de cabeza. Fuerte. Y podría mutar en una migraña crónica si el Banco Central Europeo sigue subiendo los tipos de interés. Esa es la duda, ¿hasta cuándo van a encarecerse los préstamos hipotecarios? Parece que la respuesta sólo la tiene Christine Lagarde, esa mujer de pelo blanco y tez morena que recuerda a Meryl Streep en El Diario se viste de Prada. Ella dirige la institución europea y es la última responsable en tomar esta decisión.
La subida de tipos comenzó hace un año en toda la Unión Europea con el objetivo principal de doblegar la inflación que llegó a alcanzar los dos dígitos en la zona euro, es decir, los precios se dispararon más de un 10%. La Guerra en Ucrania además de causar muertes injustas ha provocado que se dispararan los precios de la energía para toda Europa. Y los países que están geográficamente más cercanos a Rusia son los que más han sufrido, como Alemania, que ha tenido que buscar alternativas al gas y al petróleo ruso y comprarlo mucho más caro a otros proveedores. En España hemos resistido mejor gracias a que la mayor parte del gas que consumimos proviene de Argelia o Estados Unidos. Pero el Banco Central Europeo actúa para todos y decidió combatir la inflación con la única herramienta que considera efectiva: la subida de tipos, pese a los efectos colaterales que conlleva, como una desaceleración económica o el aumento del euríbor.
¿Pero qué es el euríbor?
Muchas veces oímos hablar de este indicador y no sabemos que está más presente en nuestras vidas de lo que imaginamos. Es el índice que sirve como referencia para las subidas de las hipotecas de tipo variable. Cuando nos revisan anual o semestralmente la hipoteca, se actualiza según el euríbor y es entonces cuando nos llevamos el disgusto. En solo un año, los tipos de interés han pasado de estar en negativo a superar el 4%. Todo un desbarajuste para nuestro bolsillos. Según datos de Asufin, Asociación de Usuarios Financieros, una hipoteca media de 150.000 euros a 25 años, ya ha sufrido un aumento de la cuota mensual de 300 euros. Un duro golpe para cualquier economía media.
¿Cómo nos afecta?
Lo primero que tenemos que tener claro es qué hipoteca hemos contratado o queremos contratar. Habitualmente, las de tipo fijo tienen un interés más elevado pero no te llevas ninguna sorpresa, cada mes pagas lo mismo porque no dependes del euríbor. En el caso de las hipotecas de tipo variable, se han beneficiado de un euríbor en negativo durante muchos años pero ahora están sufriendo los efectos del BCE. Es difícil saber qué pasará en el futuro pero todos los analistas coinciden en que la subida de tipos está llegando a su fin porque comienza a bajar la inflación en la zona euro, que era el objetivo inicial.
Otra consecuencia de la subida de tipos es que los bancos están endureciendo las condiciones para que te concedan un préstamo hipotecario. No solo nos sale más caro comprar la vivienda sino que además nos complican el acceso a ella. Y de hecho los datos confirman un bajón en la firma de hipotecas en los últimos tiempos. Según los últimos datos del INE del mes de mayo, llevamos ya cuatro meses consecutivos de caídas en la firma de hipotecas. En mayo cayó un 24% respecto al mismo mes del año pasado con un interés medio que ya supera el 3%. Y ante ese miedo a que nos suban la cuota, se han firmado muchas más hipotecas fijas (62%) que variables (38%).
La buena noticia es que la inflación está bajando y Christine Lagarde tendrá que pensar en echar el freno. Lo veremos en la próxima reunión de septiembre.