Muchos españoles piensan que pertenecen a la clase media y están equivocados. Según datos de la World Inequality Database, si ingresas más de 20.500 euros brutos anuales, estás en la mitad rica de España, pero si ganas menos... entonces perteneces a la otra mitad, la pobre. Sólo un 10% de los españoles gana más de 44.000 euros al año y un minúsculo 0,1% es miembro del club de los más ricos, los que ingresan más de medio millón de euros.
Si vives con lo justo, no tienes dinero para afrontar una incidencia –como la rotura del calentador– y recurres a tus padres para que te rescaten financieramente, lo sentimos: eres de clase más bien baja. Aunque tengas buena apariencia y vistas de Zara, aunque tengas un trabajo, mal pagado. Ni puedes ahorrar ni pensar en el futuro.
Cuestión de clases
Hay otros baremos más populares, como el que ha hecho viral el humorista Miguel Maldonado en la Cadena Ser, en el que para distinguir la clase rica de la pobre plantea dos cuestiones: si al entrar en la cocina, para sacar una sartén tienes que sacar otra primero del mismo cajón, entonces eres de clase baja. Pero si cuando celebras la cena de Navidad para 12 comensales dispones de 12 sillas idénticas, entonces sí perteneces a la clase alta.
El informe de L’Observatoire des Inégalités, organización independiente que estudia la desigualdad en la sociedad francesa, responde a esta pregunta. Para ser considerado rico, una persona debe tener unos ingresos de 3.673 euros al mes, algo más de tres veces el salario mínimo. Y si hablamos de una pareja con dos hijos menores de 14 años, se considera rica si ingresan entre los dos más de 7.713 euros al mes.
El concepto de propiedad es fundamental para hablar de riqueza. Los expertos inmobiliarios consideran una vivienda de lujo, apta solo para ricos, aquella que tiene un valor superior a un millón de euros. Pero no es lo mismo tenerla pagada que estar hipotecado de por vida.
Entonces, ¿qué es ser rico en España?
Decía Groucho Marx que la felicidad está hecha de pequeñas cosas: “un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…”. Pero es una cuestión tan ambigua que hemos recurrido a un interrogatorio sencillo entre la población (familiares y amigos). Y nadie se pone de acuerdo:
Para Núñez, ser rico es no tener deudas y disponer de un salario mensual de 3.000 euros. Para Laura, tener un ático en propiedad y un bolso de Chanel. Elena mide la riqueza en tiempo libre y en poder elegir dónde vivir y en qué trabajar. Su hermana, sin embargo, tiene muchos más ceros que ella en su cuenta corriente pero no se considera rica porque no puede ver a sus hijos tanto como le gustaría siendo ejecutiva en una gran empresa.
Ya lo dijo Ramón de Campoamor, en su obra Las Doloras:
Y es que en el mundo traidor
nada hay verdad ni mentira
todo es según el color
del cristal con que se mira.